27 enero 2013

Siempre Audrey Hepburn

La elegancia natural de Audrey la
convierte en la actriz más fotografiada
Han pasado veinte años desde la muerte de Audrey Hepburn el 20 de enero de 1993, pero algunas luces nunca dejan de brillar. Ella fue una bella y excelente actriz, pero lo que cautivó al mundo no fue (sólo) eso, sino su hermoso carácter fuera de la pantalla, que, por supuesto, se reflejaba en cada una de sus interpretaciones. Audrey Hepburn no fue una diva, como sus múltiples fotografías pueden dar a entender a quienes no la conocen, pero sí una mujer excepcional que nunca descuidó su trabajo y, sin embargo, siempre puso su vida y la de las personas que la rodeaban por delante de él. A ella está dedicado el blog desde sus inicios, así que no puedo dedicárselo este día en concreto. Este post va dedicado a quienes la amaron en su día y quienes aún lo hacen sin haberla conocido siquiera.

"Mi única religión es la naturaleza"
“Nací en Bruselas, Bélgica, el 4 de mayo de 1929… y morí seis semanas más tarde”, así dijo Audrey que habría empezado su autobiografía de haberla escrito. Ella nació en Ixelles, un barrio de Bruselas, como Audrey Kathleen Ruston, nombre al que el padre añadiría más adelante el apellido de su abuela materna, Hepburn. Llegó al seno de una familia aristócrata formada por el británico-austriaco Joseph Victor Anthony Ruston, la baronesa holandesa Ella Van Heemstra y los hijos de su primer matrimonio, Ian y Alexander. El corazón de la niña se paró tiempo después de nacer, pero, por suerte para todos, Audrey volvió a la vida.

16 enero 2013

Las vidas de Pi y Ang Lee

Cada nuevo estreno de Ang Lee es todo un evento cinematográfico. Su última película es La vida de Pi, nominada a 11 premios Oscars, con la que el director taiwanés ha dado un nuevo paso en su carrera. El reconocimiento de la crítica sólo es importante para él si va ligado a un respaldo del público, que es al fin y al cabo, quien disfrutará de sus films. Su vida ha sido tan compleja como lo son sus películas y, aunque el final de este artículo está dedicado a la original La vida de Pi, antes me interesa repasar la interesantísima trayectoria cinematográfica de este excepcional director.

El poderío de La vida de Pi está en sus imágenes
Ang Lee nació en 1954 en Pingtung, Taiwan, a donde sus padres se habían trasladado tras abandonar China con la llegada de Mao al poder. La terrible Revolución Cultural china (1966-1976) supuso el asesinato de casi toda su familia y dejó en Lee una sensación de inseguridad que nunca desaparecería y estaría presente en sus films. Él nunca fue un buen estudiante y suspendió dos veces el examen de acceso a la universidad, frustrando el deseo de su padre (director de su propio colegio) de ver a su hijo convertido en profesor. En su lugar, asistió a la escuela de arte de Taiwán y, tras completar el servicio militar obligatorio, se mudó a Illinois, EE.UU., donde estudio cine y teatro, que perfeccionó con un Master en la Tisch School of Arts de Nueva York. Allí coincidió con el famoso director Spike Lee, al que ayudó como asistente de dirección en su película para la tesis en 1983.

El título de Manos que empujan hace referencia a una
técnica de Tai Chi y es una metáfora de la historia
Tras escribir varios guiones, Lee consiguió crear su primera película en 1992. Se trataba de Manos que empujan, un drama sobre un anciano maestro de Tai Chi que viaja a EE.UU. desde Taiwán para vivir con su hijo y nuera americana. La historia gira en torno al choque generacional y a las dificultades de este hombre para adaptarse a una cultura tan distinta, lo que la convierte en claro precedente de varios de sus films. Pocos fueron quienes tuvieron la suerte de verla, pero la película, aunque algo melodramática y exagerada, tuvo buena acogida y permitió a Lee seguir trabajando en un proyecto bastante más arriesgado e interesante.

En El banquete de boda el gay occidental es más 
femenino que el asiático y se juega con las ideas 
de "contagio gay" y "occidentalización gay"
El banquete de boda (1993) contaba la historia de una pareja homosexual de Manhattan. Uno de ellos es estadounidense y lleva la situación con normalidad, pero el otro es taiwanés y cree que sus padres le matarían si supieran qué tipo de vida lleva. Por eso, ante la visita sorpresa de éstos, decide fingir una boda con una mujer en busca de permiso de residencia, lo que da lugar a todo tipo de conflictos divertidos y a otros que no lo son tanto al tocar la diferencia de culturas y generaciones. Lee fue pionero en el tratamiento de la homosexualidad asiática y experimentó serias dificultades, entre ellas, la de encontrar un buen actor que hablase inglés y mandarín y no tuviera problema en interpretar a un personaje gay. En aquella época, la homosexualidad suponía un descenso de clase social en el Taiwán, donde se veía como “una mala influencia de occidente”. La solución fue Winston Chao, un modelo que nunca había actuado en una película y hubo de recibir clases de interpretación del propio Lee, quien volvería a contar con él en su siguiente trabajo. El film supuso la primera colaboración entre Lee y el productor y guionista James Schamus, que se convertiría en su fiel colaborador, y recibió varias distinciones internacionales, destacando un merecidísimo Oso de Oro en el Festival de Berlín y una nominación al Oscar a Mejor Película Extranjera.

Lee concluyó lo que sería percibido como una trilogía del cruce generacional y cultural con Comer, beber, amar (1994), uno de sus mejores films y el único del director grabado en su país natal, por el que fue de nuevo candidato al Oscar. En esta ocasión la historia no salía de Taiwán, donde un viudo convivía con sus tres hijas, pero la relación de éstas con la cultura occidental hacía el choque más fuerte que nunca. Cada una de las hijas estaba ligada a un símbolo del cambio cultural y la influencia de occidente: la mayor es una devota cristiana (frente al clásico confucionismo y la idea de respeto por los mayores), la segunda es una azafata de vuelos (en relación a un mundo cada vez más global) y la tercera trabaja en un restaurante de comida rápida (en contraposición a la tranquilidad oriental). Esta última contraposición es además irónica porque el padre es un cocinero experimentado de comida tradicional china que está perdiendo el sentido del gusto y ve cómo las nuevas generaciones desprecian su trabajo.

Comer, beber, amar juega con la comida 
y abre el apetito
Las tres primeras películas de Ang Lee tienen mucho en común. Todas ellas cuentan con un padre autoritario (siempre interpretado por Sihung Lung) que prefiere observar a hablar y es símbolo de sabiduría pero también de reticencia al cambio y unos hijos poco comprensivos menos preocupados por la tradición y la felicidad de sus padres que por sí mismos. Se trata de la crisis del patriarcado y el sistema de valores impuesto tradicionalmente por el Confucionismo: “La gente necesita aferrarse a algo, pero todo cambia”, afirma Lee. Sin embargo, al contrario que otras obras asiáticas como Cuentos de Tokio (Ozu, 1953), los films de Ang Lee son objetivos y empáticos hacia todos sus personajes, contemplando los cambios y las ansias de vivir sus propias vidas de los hijos con triste nostalgia pero aceptación. Es una trilogía de dualidades: viejo y nuevo, masculino y femenino, oriente y occidente…, pero que busca el equilibrio entre ellas y mantiene un mensaje realista pero esperanzador. El propio Lee era un mal estudiante que decepcionó a su padre al no convertirse en profesor, con lo que este tema sin duda le toca de cerca.

Del mismo modo, Lee se siente especialmente identificado con el sentimiento de diáspora, de estar fuera de lugar y de choque de culturas debido a su experiencia personal: “No sé donde estoy, pero nunca lo sé. Mis padres se mudaron a Taiwán, donde éramos extraños, luego a EE.UU., luego a China, luego a Taiwán de nuevo. Creo en el mundo de las películas más que en ninguna otra cosa. Vivo al otro lado de la pantalla”.

Lee dirige a Thompson en Sentido y Sensibilidad;
la actriz obtuvo el Oscar por el guión del film
Sin embargo, nadie esperaba que el siguiente trabajo Lee fuera la primera adaptación cinematográfica de una obra de Jane Austen en cincuenta años. De hecho, cuando Lee recibió el guión de Sentido y Sensibilidad (1995) escrito por la actriz Emma Thompson, ni siquiera había leído la obra original. “¿Qué sé yo de la Inglaterra del siglo XIX?”, se preguntó extrañado. Sin embargo, pronto comprendió lo que los productores habían visto en él: la mezcla de sátira social y drama familiar de su trilogía era muy apropiada para Austen. Y no se equivocaron: la película fue un éxito y obtuvo el Oso de Oro de Berlín y siete nominaciones a los Oscar. Y, aunque Lee se quedó sin la suya, fue su aportación lo que lanzó a Jane Austen a la fama cinematográfica, que se transformaría en multitud de adaptaciones de todas sus obras. Para sorpresa de muchos, Lee había sido la mejor opción porque, a fin de cuentas, Comer, beber, amar y Sentido y sensibilidad tienen una base común: un padre exigente, preocupación por las convenciones sociales e hijas dudosas entre hacer caso a la tradición o seguir sus propios instintos pasionales. Lee sí obtuvo los galardones de mejor dirección del año de la National Board of Review y el Círculo de Críticos de Nueva York, algo insólito en un cineasta asiático.

La tormenta de hielo muestra la crisis de la familia
moderna y tiene, de nuevo, un título metafórico
Hollywood había puesto el ojo en Ang Lee, quien, para bien o para mal, no volvería a ser el mismo. Su habilidad para mostrar las relaciones humanas le valió la oferta de dirigir La tormenta de hielo (1997), un crudo drama sobre la liberalización sexual de los setenta en los barrios residenciales. Una vez más, Lee reflejaba la crisis del modelo tradicional, aunque en esta ocasión se trataba de la cultura estadounidense que tan bien le había acogido. Un reparto de ensueño que incluía a Kevin Kline, Sigourney Weaver, Tobey Maguire, Elijah Wood, Christina Ricci y Joan Allen dio lo mejor de sí gracias a la ganada experiencia de este cada vez más aclamado director.

Su siguiente trabajo, el western Cabalgata con el diablo (1999), resultó demasiado largo para los pocos que lo vieron, pero el gran éxito de Ang Lee no tardó en llegar. Lee se propuso realizar la mejor película de artes marciales posible y sorprendió a occidente con un tipo de cine que llevaba décadas triunfando en el este asiático. Aunque Tigre y dragón (2000) era un film de acción, la estética se ponía por delante: las luchas estabas coreografiadas como danzas por el brillante Lee Wu-ping, que acababa de trabajar para Matrix (Andy y Lana Wachowski, 1999), y resultaban especialmente bellas en los majestuosos parajes de China, donde Lee (amante del rodaje en exteriores) obtuvo derechos para rodar. La planificación es tan perfecta que resulta sorprendente descubrir que Lee no realizó storyboard alguno.

Tigre y dragón recaudó más de 100 millones sólo 
en EE.UU., todo un récord para un film extranjero 
Pero la clave del film fue no dejar de lado la fuerza interior de los personajes, que había sido el punto débil de este tipo de producciones hasta el momento. El reparto incluía a Chow Yun-Fat, Michelle Yeoh y Zhang Ziyi, quienes dotaron de gran profundidad psicológica a sus personajes. Además, los clásicos temas de Lee están presentes: el choque generacional se refleja en el enfrentamiento entre una pareja experimentada y una joven y el feminismo está presente en mujeres fuertes que luchan por hacerse un lugar en un mundo de hombres. Ellas siguen el consejo de la cita de la mitología china “Crouching tiger, hidden dragon”, sobre la habilidad de esconder las fortalezas al enemigo, que da el título original al film.

Tigre y dragón se convirtió en el film extranjero más exitoso de todos los tiempos y obtuvo diez nominaciones a los Oscar, incluida la imprescindible para Lee, y cuatro merecidas estatuillas, las máximas otorgadas a un film extranjero desde Fanny y Alexander (Ingmar Bergman, 1982). Además, las asociaciones de críticos se rindieron ante Lee, quien obtuvo el Globo de Oro, el Bafta y otros muchos galardones por su magnífico trabajo. A él se debe también el renacimiento del género de artes marciales en occidente, con brillantes films como Kill Bill (Quentin Tarantino, 2001) y Hero (Zhang Yimou, 2002). De hecho, el agradecimiento por estas obras hacia él fue tal que incluso le perdonamos su espantoso encuentro con el cine de superhéroes en Hulk (2003), que desde luego no parecía la película ideal para él. Los productores de Terminator 3 (2003) no debían de pensar lo mismo y le ofrecieron su dirección, pero, por suerte, Lee la rechazó.

Bellos acordes de guitarra del argentino Gustavo
Santaolalla acompañan a Brokeback Mountain
A todos sus previos films debe Lee su mejor película hasta la fecha y una de las grandes maravillas del séptimo arte. Brokeback Mountain (2005) mezcló la aceptación de la homosexualidad de El banquete de boda, la profundidad psicológica de La tormenta de hielo y la fuerza visual de Tigre y dragón y revolucionó al mundo. Al principio, en un mundo todavía homófobo, fue el sexo gay lo que más llamó la atención, escandalizando a muchos pese a que imágenes mucho más explícitas (aunque de sexo heterosexual, claro) habían tenido lugar en multitud de películas comerciales años atrás (Monster´s ball (Forster, 2001), por poner un ejemplo). Sin embargo, público y crítica de todo el mundo terminaron descubriendo un film profundo y hermoso sobre el amor, la pérdida y la identidad. Sus protagonistas (maravillosos Heath Ledger y Jake Gyllenhaal) son dos vaqueros aislados del mundo con su ganado en la montaña de Brokeback en el verano de 1963. Sólo se tienen el uno al otro, y poco a poco descubren cómo su amistad inicial se transforma en amor. Pero ese bello sentimiento no tiene cabida en la sociedad de la América profunda y ambos deben reprimir sus impulsos e iniciar vidas separadas casados con dos bellas mujeres (también maravillosas Michelle Williams y Anne Hathaway, a la que Lee instó a tomar el papel principal de La joven Jane Austen (Julian Jarrold, 2007) por su experiencia en el tema) que nunca podrán ocupar un lugar que ya ha sido ocupado.

Al mezclar la homosexualidad y el western, género clásico por excelencia, Lee ataca de lleno a la sociedad estadounidense y al mundo entero, incapaz de darse cuenta de sus propios prejuicios. El efecto que este bello film tuvo en la normalización de la homosexualidad es incalculable y, aunque finalmente perdió el Oscar principal frente a Crash (Paul Haggis, 2005), su influencia no tiene límites. El maravilloso trabajo de Ang Lee fue reconocido por la práctica totalidad de entidades cinematográficas, incluyendo el primer Oscar a mejor director entregado a alguien no caucásico. Pero lo más importante es que el film llegó al corazón de los espectadores; hay una bella cita del director que explica porqué: “Creo que todo el mundo tiene un Brokeback Mountain dentro. Alguien cuyo regreso esperas. Y, claro, hay personas que nunca regresan”.

Deseo, peligro es el segundo y último film de
Lee ambientado en el este asiático
La sexualidad fue más explícita aún en Deseo, peligro (2007), donde además se combinaba con violencia. Era una larga historia sobre la traición y el deseo en el Shanghai de los años 40, explorada a través de la relación entre una joven patriota y un colaborador de los japoneses al que la primera busca seducir para después asesinar. Lee transmite con fuerza y sutileza cómo, conforme la relación entre ambos se desarrolla, la ideología de la joven pierde valor frente a la atracción que va desarrollando por el villano. Tan envolvente como impactante, el film unía a Lee con Tony Leung, toda una entidad en China, y obtuvo el León de Oro del festival de Venecia.

El siguiente trabajo del director tenía poco que ver con su predecesora. Era una simpática versión libre sobre el nacimiento del famoso festival de Woodstock. Con mucho aroma sesentero pero poca “esencia Lee”, Destino: Woodstcok (2009) fue nominada a la Palma de Oro en Cannes, pero pasó bastante desapercibida. Pese a que Lee es heterosexual y es un padre de familia felizmente casado con Jane Lin desde 1983, éste su tercer film protagonizado por personajes homosexuales, lo que muestra su bella apertura de mente.

Destino: Woodstock es su trabajo más desenfrenado
Y así es cómo llegamos a La vida de Pi (2012), su trabajo más comercial hasta el momento. Esta película cuenta la historia de un joven hindú (referente a que vive en la India, no a que practique el hinduismo… solamente) que se convierte en el único superviviente de un naufragio y debe pasar meses en un bote salvavidas que deberá compartir con un intrigante pero peligroso tigre. Se trata de una aventura muy espiritual, pues su protagonista decidió abrazar tres religiones (cristianismo, hinduismo e islam), lo que, según su padre, es sinónimo de no creer en ninguna. Atraído por el hipnótico poder del tigre, el joven deberá idear modos de supervivencia que a menudo choquen con su propia forma de pensar y, a la vez, tratará de conectar con el tigre, consciente de que sólo se tienen el uno al otro. Poco a poco nos adentramos en mundo de fantasía y empezamos a dudar sobre los propios conceptos de realidad y ficción: ¿es realmente tan importante la diferencia?

Ang Lee es el primer director no caucásico (ni europeo,
ni norteamericano) premiado con el Oscar
Como espectador, es fácil entusiasmarse ante esta emocionante película, bellamente grabada y envolventemente sonorizada, pero como incondicional de Lee es más complicado. La profundidad de personajes que ha caracterizado siempre al director no está presente aquí con la misma fuerza: pese a que pasamos casi dos horas con el mismo protagonista, no llegamos a adentrarnos en su alma como la hicimos con los protagonistas de Comer, beber, amar o Brokeback Mountain. En parte se debe a que Suraj Sharma no es Sihung Lung ni Heath Ledger (al margen del talento, es su primer trabajo cinematográfico), pero lo cierto es que Lee, maravillado por la fuerza de la historia y las imágenes, no ha dedicado tanto tiempo a sus personajes. Pese a todo, es un film original, envolvente, emocionante y divertido, con algunos momentos de puro misticismo gracias a unos impresionantes efectos visuales; toda una experiencia cinematográfica. 

La influencia de Ang Lee en el cine contemporáneo es incalculable. Sus films estadounidenses han revolucionado la idea de “autor minimalista” y acercado el cine asiático a occidente, mientras que sus obras taiwanesas han ayudado a comprender mejor la cultura asiática, a la par que reflejaban una situación que nos afecta a todos: un mundo cada vez más pequeño en el que, pese a todo, aun nos sentimos extraños al salir de casa. Además, sus películas han ayudado a normalizar la homosexualidad, y a defender importantes valores como el feminismo, la honestidad o el amor incondicional, sin olvidarnos de la influencia de Tigre y dragón en el cine de artes marciales. Lee afirma que el cine le sirve para mostrar lo que oculta en su vida real y que cree en el mundo de las películas más que en cualquier otra cosa porque es lo que le hace feliz. Quizá por ello lo que caracteriza al cine de este director imprescindible es la más pura honestidad, lo que convierte a cada visionado de sus obras en un viaje al corazón de uno mismo.


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras


10 enero 2013

Un poco de todo en las nominaciones de los Oscar


Emma Stone y Seth MacFarlane anuncian las 
9 nominadas a mejor película del 2012
Con el humor y la cercanía que se esperaba de ellos, la actriz de Criadas y señoras Emma Stone y el creador de Padre de familia Seth MacFarlane han presentado hoy las nominaciones a los Oscar de 2012, cuya ceremonia se celebrará el próximo 24 de febrero. Todos sabemos que estos premios dejan mucho que desear, pero lo que distingue a los Oscar de otro tipo de galardones es que realmente reflejan la sociedad del momento, y no sólo hablo de la estadounidense. Además, su efecto en las películas galardonadas es enorme y una mera nominación en un apartado técnico puede granjear millones de nuevos espectadores. Este es el motivo por el que este blog tiene a estos premios especialmente en cuenta. El artículo de hoy es el primero de una serie de ellos dedicados a la próxima ceremonia y con él pretendo, sencillamente, mostrar mis impresiones sobre las nominaciones y añadir un par de curiosidades que pueden ser de interés, categoría por categoría. Empecemos:

The Master se ha ido desinflando de cara a los Oscar
y sólo ha obtenido reconocimiento para sus 3 actores
Mejor película
Amor
Argo
Bestias del sur salvaje
Django desencadenado
El lado bueno de las cosas
La noche más oscura
La vida de Pi
Lincoln
Los miserables

En 2010 se decidió ampliar el número de nominadas en esta categoría de cinco a diez siempre y cuando éstas alcanzaran un mínimo número de votos. Sin embargo, el año pasado tan sólo nueve lo consiguieron y éste ha ocurrido lo mismo. Esto hace aún más sorprendente que la multipremiada The Master se haya quedado fuera. Las que ya tenían asegurada la nominación eran Argo, La vida de Pi, Lincoln, El lado bueno de las cosas, y La noche más oscura y así ha sucedido. A ellas se han sumado Django desencadenado, último éxito de Tarantino, el musical británico Los miserables y el drama austriaco Amor, así como la gran sorpresa del año: Bestias del sur salvaje, un filosófico aunque tierno film independiente más propio de festivales que de este tipo de premios. El conjunto es bastante interesante y variado, sin ninguna favorita clara de cara a los Oscar. La noche más oscura, premiada por el círculo de críticos de Nueva York y la National Board of Review, y Argo, premiada por los Critics Choice Awards, parecen las mejores opciones; sin embargo, tan sólo dos películas en la historia de los Oscar han ganado este premio sin estar nominadas en el apartado de dirección (Gran Hotel en 1932 y Paseando a Miss Daisy en 1990), así que la estadística juega en su contra.

Mejor director
Michael Haneke (Amor)
Benh Zeitlin (Bestias del sur salvaje)
David O. Russell (El lado bueno de las cosas)
Ang Lee (La vida de Pi)
Steven Spielberg (Lincoln)

Bestias del sur salvaje ha sido la gran sorpresa, con
4 nominaciones en categorías principales
La gran sorpresa de los premios se ha dado en esta categoría. Ni Katherine Bigelow, ni Quentin Tarantino, ni Paul Thomas Anderson, aunque lo siento especialmente por Ben Affleck. En su lugar cinco directores que podrían haberse quedado sin nominación sin sorprender a nadie se han hecho con ella. El taiwanés Ang Lee ha conseguido su tercera nominación por La vida de Pi, el alemán Michael Haneke se ha convertido en el primer alemán nominado en esta categoría por Amor, el clásico Steven Spielberg ha alcanzado su séptima nominación por Lincoln, David O. Russell vuelve a optar al premio tras su nominación por The fighter hace dos años, esta vez por la comedia dramática El lado bueno de las cosas, y, lo que es aún más sorprendente, Benh Zeitlin obtiene la suya por su debut como director en la cinta independiente Bestias del sur salvaje. Tanto Lee como Spielberg han obtenido ya el Oscar por trabajos mucho mejores y nadie espera ver a Zeitlin en el podio, así que todo queda entre Russell y Haneke, pese a que nunca habría apostado por ninguno antes de conocer los nominados. Pese a que los Globos de Oro se ven como la antesala de los Oscar, tan sólo Lee y Spielberg coinciden en ambos listados.

Mejor actriz
Emmanuelle Riva (Amor)
Quvenzhané Lawrence (Bestias del sur salvaje)
Jennifer Lawrence (El lado bueno de las cosas)
Jessica Chastain (La noche más oscura)
Naomi Watts (Lo imposible)

En esta categoría encontramos pocas sorpresas, salvo la exclusión de Marion Cotillard por De óxido y hueso (bastante comprensible, pues no es ni de lejos su mejor trabajo) y la entrada de Quvenzhané Lawrence, que a sus nueve años se convierte en la actriz más joven nominada a este premio, mientras que Emmanuelle Riva, a sus ochenta y cinco años, es la candidata más anciana de la historia. Tanto ellas como Naomi Watts se merecen la nominación, pero el premio se lo jugarán las excelentes Chastain y Lawrence, quienes, al igual que Watts (21 gramos), tienen una nominación en su haber, por Criadas y señoras y Winter´s bone, respectivamente

Los miserables acumula 8 nominaciones, incluyendo
una segura para Hathaway y una sorpresa para Jackman
Mejor actor
Bradley Cooper (El lado bueno de las cosas) 
Denzel Washington (El vuelo)
Daniel Day Lewis (Lincoln)
Hugh Jackman (Los Miserables)
Joaquin Phoenix (The Master)

Dos sex symbols de Hollywood, Hugh Jackman y Bradley Cooper, se estrenan con merecimiento en los Oscar, que deberían premiar por fin a Joaquin Phoenix. Day Lewis y Washington ya tienen dos premios cada uno, por Mi pie izquierdo y Pozos de ambición el primero y Tiempos de gloria y Día de entrenamiento el segundo, y no deberían abusar...

Mejor guión original
Michael Haneke (Amor)
Quentin Tarantino (Django desencadenado)
John Gatins (El vuelo)
Mark Boal (La noche más oscura)
Roman Coppola y Wes Anderson (Moonrise Kingdom)

Tarantino, Haneke o Anderson podrían hacerse con el galardón por los films que dirigen, aunque Boal tiene grandes posibilidades. Es especialmente grata la inclusión de Moonrise Kingdom, que obtiene así su única candidatura, algo común en las “joyas indies”, y especialmente ingrata la de El vuelo, larga y sin sentido. Tarantino ganó este premio por primera y última vez en 1994 con Pulp Fiction y tiene las de ganar por su brillante libreto.

El lado bueno de las cosas (8 nominaciones) es 
nominada en todas las categorías interpretativas
Mejor guión adaptado
Chris Terry (Argo)
Lucy Alibar y Benh Zeitlin 
(Bestias del sur salvaje)
David O. Russell 
(El lado bueno de las cosas)
David Magee (La vida de Pi)
Tony Kushner (Lincoln)

Como suele ocurrir, las mejores películas obtienen nominaciones en la categoría de guión al margen de que lo merezcan o no. Creo que Las ventajas de ser un marginado, adaptada por Stephen Chbosky a partir de su propia novela, merecía la nominación más que varias de ellas. El lado bueno de las cosas debería granjear el premio a Russell.

Mejor película de animación
Brave 
El alucinante mundo de Norman 
Frankenweenie
Los piratas
Rompe Ralph

La gran producción de cine de animación del año permite a cinco películas optar a este premio. Ante la decepción de Brave, único film de Pixar sin obtener ninguna nominación a los Oscar al margen de esta categoría con la excepción de Cars y su secuela, Disney tiene la ocasión de alzarse por fin con la estatuilla por Rompe Ralph, a menos que la Academia quiera saldar su deuda con Tim Burton y premiar a su tierna Frankenweenie.

El éxito de Amor (5 nominaciones) es comparable al de 
la taiwanesa Tigre y dragón y la italiana La vida es bella
Mejor película extranjera
Amor, de Austria
Kon-Tiki, de Noruega
No, de Chile
Rebelde, de Canadá
Un asunto real, de Dinamarca

La francesa Intocable se queda sin nominación y deja a Francia con las manos vacías en uno de los años más prolíficos de esta cinematografía. Aunque la calidad de las nominadas es alta, nunca hubo candidata más clara que Amor, que suma cinco nominaciones.

Mejor actriz de reparto
Jacki Weaver (El lado bueno de las cosas)
Helen Hunt (Las sesiones)
Sally Field (Lincoln)
Anne Hathaway (Los Miserables)
Amy Adams (The Master)

Django desencadenado (5 nominaciones) supone la 
segunda nominación de Waltz por un film de Tarantino
Cinco grandes actrices compiten en esta categoría. Hunt y Field repiten tras años fuera de los premios: la primera tiene la estatuilla en su haber por Mejor… imposible y la segunda tiene dos de ellas, por Norma Rae y Un lugar en el corazón. La australiana Jacki Weaver ha vuelto a colarse en las nominaciones por sorpresa, con lo que la competencia queda entre las dos actrices jóvenes del momento: las maravillosas Amy Adams y Anne Hathaway, quien probablemente será la que suba al podio gracias a una interpretación excepcional que salva un film mejorable.

Mejor actor de reparto
Alan Arkin (Argo)
Christopher Waltz (Django desencadenado)
Robert de Niro (El lado bueno de las cosas)
Tommy Lee Jones (Lincoln)
Philip Seymour Hoffman (The Master)

Los cinco magníficos actores nominados en esta categoría tienen ya el premio en su haber, con lo que cualquier cosa puede suceder. Nuestro Javier Bardem se ha quedado a las puertas con Skyfall, al igual que Leonardo DiCaprio (Django desencadenado), quien debería haber ocupado el lugar de Alan Arkin.

La vida de Pi se ha alzado con 11 nominaciones, sin 
ninguna en apartados de interpretación
Mejor canción original
“Suddenly” (Los miserables)
“Pi´s Lullaby” (La vida de Pi)
“Everybody Needs a Best Friend(Ted)
“Skyfall” (Skyfall)
“Before my Time” (Chasing ice)

Las maravillosas “Strange love” (Frankenweenie), “Touch the sky” (Brave) y “Song of the lonely mountain” (El Hobbit) se quedan sin mención ante canciones mucho menos profundas, algo ya común en los Oscar. Eso sí, hay mucho famoso aquí, pues Scarlett Johansson canta la íntima "Before my Tim", Adele la potente "Skyfall" y Hugh Jackman "Suddenly", única canción original de Los Miserables, creada con el claro propósito de alcanzar este premio. "Pi´s Lullaby" aporta el exotismo, mientras que la nominación de Ted es sin duda un guiño a su director Seth MacFarlane, quien presentará la gala de entrega.

Mejor banda sonora original
Dario Marianelli (Anna Karenina)
Alexandre Desplat (Argo)
Mychael Danna (La vida de Pi)
John Williams (Lincoln)
Thomas Newman (Skyfall)

En un año nada memorable para la música del cine en que John Williams suma su nominación número 48 más por costumbre que otra cosa, cualquiera de las candidatas podría hacerse con este premio. Todo apunta a Danna y el exotismo de La vida de Pi, aunque la Academia podría preferir compensar a Newman o Desplat, que acumulan once y cinco nominaciones respectivamente. El italiano Marianelli ya tiene su Oscar por Expiación y ni siquiera debería estar nominado por encima de las bellas composiciones de Brave y, sobre todo, El atlas de las nubes. De hecho, la calidad de esta última supera, de lejos, a la de cualquiera de las nominadas.

La visualmente extraordinaria Anna Karenina 
ha obtenido 4 nominaciones técnicas
Mejor dirección artística
Anna Karenina
El Hobbit
La vida de Pi 
Lincoln
Los miserables

Tres films de época y dos fantásticos obtienen, como ya es habitual, las candidaturas en esta categoría. Cualquiera puede ganar y todas lo harían con pleno merecimiento.

Mejor diseño de vestuario
Ana Karenina
Blancanieves (Mirror Mirror)
Blancanieves y la leyenda del cazador
Lincoln
Los Miserables

Una categoría tan simple como ésta alberga la mayor competencia de los premios con cinco diseños de vestuario originales y diferentes que retratan épocas pasadas y mundos fantásticos. Sorprende ver a Blancanieves y la leyenda del cazador en lugar de la danesa Un asunto real. Aunque el diseño Mirror Mirror es el más original y el de Anna Karenina el más cuidado, es posible que Paco Delgado se alce con el premio por Los miserables y aporte el toque español a la gala. Él fue contratado por Tom Hooper, el director de la película, tras colaborar con él en un anuncio publicitario.

Lincoln es el film más nominado con 12 candidaturas
Mejor fotografía
Ana Karenina
Django desencadenado
La vida de Pi
Lincoln
Skyfall

Los 48 fotogramas de El Hobbit no han impresionado a la Academia, que ha preferido cinco films grabados con mucho estilo, siendo La vida de Pi y Skyfall las más espectaculares, pero Anna Karenina la más destacable por su originalidad y cuidado.

Mejor montaje
Argo
El lado bueno de las cosas
La noche más oscura
La vida de Pi
Lincoln

Cinco films muy distintos se hacen con la nominación por encima de la potente El legado de Bourne, completamente olvidada. Las impactantes ArgoLa noche más oscura tienen las de ganar, pues, a fin de cuentas, la mayoría de los votantes ni se fijan en el montaje.

La noche más oscura (5 nominaciones) es el film que
más premios acumulaba hasta el momento
Mejor maquillaje
Hitchcock
El Hobbit
Los miserables

Ignorada Helen Mirren, Hitchcock consigue su única candidatura en este apartado, lo que le deja con posibilidad cero ante el increíble maquillaje de El Hobbit, donde decenas de personajes y criaturas cobran vida gracias a este arte. Eso sí: toda una vergüenza la exclusión de El atlas de las nubes en esta categoría, ¿es que los académicos no vieron la película?

Mejor sonido
Argo
La vida de Pi
Los miserables
Lincoln
Skyfall

Affleck, actor y director de Argo (7 nominaciones) tiene
que conformarse con la candidatura como productor
Cinco potentes películas compiten en una categoría imposible de prever considerando que hoy en día la mayoría de películas tienen un sonido perfecto gracias a las nuevas tecnologías. La envolvente La vida de Pi podría sumarse una nueva estatuilla, aunque los musicales suelen triunfar en esta categoría... 

Mejor edición de sonido
Argo
Django desencadenado
La noche más oscura 
La vida de Pi
Skyfall

El Hobbit se queda sin nominación mientras los Académicos tratan de entender la diferencia entre este premio y el anterior. Eso sí, Skyfall debe de ser maravillosa para ciegos, ya que ha obtenido cuatro candidaturas en las categorías sonoras. Por cierto, El caballero oscuro: la leyenda renace y Looper no consiguen la nominación ni en ésta ni en ninguna categoría.


El Hobbit: un viaje inesperado se conforma con
3 merecídisimas nominaciones técnicas

Mejores efectos visuales
Blancanieves y el cazador 
El Hobbit
La vida de Pi
Los Vengadores
Prometheus 

Los Vengadores y Prometheus se cuelan en los premios con merecimiento, mientras Blancanieves y el cazador obtiene una segunda nominación injusta, y La vida de Pi y El Hobbit se pelean por el podio. Como de costumbre, esta es la categoría de los taquillazos de millones dólares. Eso sí, ni recreando un Tsunami consigue un film español (Lo imposible) ser nombrado aquí.

Como ya es habitual, los académicos han votado en bloque y se han centrado en Lincoln y La vida de Pi, que han alcanzado doce y once nominaciones respectivamente. El primero es un aburrido drama muy bien realizado e interpretado sobre los intentos de Abraham Lincoln por prohibir la esclavitud en EE.UU., mientras que el segundo es una sorprendente aventura fantástica que habría dado más de sí con un Ang Lee más centrado en dar profundidad a sus personajes, algo que curiosamente siempre ha sido su especialidad.

Skyfall supone la primera incursión de James Bond
en los Oscar, con 5 merecidas nominaciones técnicas
Lincoln es el claro producto patriótico oscarizable, al igual que La noche más oscura, nueva incursión de Bigelow en Irak tras su premiada En tierra hostil. No obstante, al fijarse en la austriaca Amor y la independiente Bestias del sur salvaje, la Academia ha demostrado una apertura de mente poco habitual. Además, El lado bueno de las cosas demuestra que hay espacio en los premios para la comedia, con cuatro actores nominados. Eso sí, los films más taquilleros del año (SkyfallEl Hobbit: un viaje inesperadoLos vengadores, Ice Age 4, Madagascar 3, El increíble Spiderman, Los juegos del hambre y El caballero oscuro: la leyenda renace) sólo suman 9 nominaciones en total y ni ampliando el número de nominadas a mejor película a 10 candidatas se cuela ninguna en la lista, reflejando de nuevo la diferencia entre los gustos del público y la Academia. Ante la variedad de nominadas, la correcta aunque no impresionante calidad media y la falta de auténticas revoluciones cinematográficas, todo indica a un equilibrado reparto de premios en una ceremonia en la que cualquier cosa puede suceder.


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