04 octubre 2012

Scarlett Johansson: actriz sexy y reivindicativa

Scarlett Johansson en convención democrática
Cercana y patriótica en la convención demócrata
“Salid fuera y ejercer vuestro voto”, pedía una informal Scarlett Johansson en una convención demócrata hace tan solo unas semanas. La guapa actriz, consciente de que la abstención perjudica a la izquierda, instó así a los millones de jóvenes que desaprovecharon su derecho a voto en las elecciones anteriores. Pocas actrices de tal talla y glamour se prestarían a semejante labor. Pero, si algo ha demostrado Scarlett Johansson con sus acciones y palabras, es que ella no es una rubia de Hollywood cualquiera.

De padre danés y madre estadounidense, Johansson nació en Nueva York en 1984 y supo desde pequeña que quería ser actriz. La afición al cine le viene de familia: su abuelo paterno fue guionista y su madre es productora; pero su éxito como actriz es propio. Ella estudió en el instituto de teatro Lee Strasberg, basada en un modo de actuación conocido como “el método” que el propio Strasberg desarrolló en los años 50 con actores de la talla de Marlon Brando y Marilyn Monroe. Este sistema consiste en dejar la interpretación a un lado para dar un paso más y convertirse en el propio personaje. Y así lo ha puesto en práctica la actriz en cada uno de sus films.

Scarlett Johansson en Ghost World
Junto a Thora Birch en la aclamada Ghost World
Su dedicación al teatro desde los ocho años le permitió alcanzar un papel protagónico en el cine con tan solo doce años en Manny y Lo (Lisa Krueger, 1996), sobre dos huérfanas que deben enfrentarse a la dureza de la calle tras huir de sus casas de adopción. Aunque el film fue rápidamente olvidado, la actriz recibió una nominación a los Spirit Awards y la atención necesaria para aparecer en varios films de bajo presupuesto hasta que el propio Robert Redford la eligió como la niña discapacitada de El hombre que susurraba a los caballos (Robert Redford, 1998), que supuso su lanzamiento. Su maduración como actriz fue visible en la original cinta independiente Ghost World (Terry Zwigoff, 2001), sobre dos alocadas adolescentes que tratan de encontrar sentido a sus vidas tras el fin del instituto.

Las hermanas Bolena nunca fueron más atractivas que
interpretadas por Johansson y Natalie Portman
Pero la atención internacional no llegaría hasta 2003, cuando Johansson protagonizó dos de los films más sonados del año. Mientras que la intimista La joven de la perla (Webber, 2003) la convertía en la musa de un pintor del siglo XVII, la fascinante Lost in translation (Sofía Coppola, 2003) la mostraba como una joven que, en la vibrante Tokio, comparte el vacío de la vida con un actor en decadencia (Bill Murray) mientras su marido trabaja. Ambas interpretaciones permitieron a la actriz dar todo lo que había dentro de ella: se forjaba así la Scarlett que todos conocemos: una mujer dulce y vulnerable a la par que fuerte y sensual. Fue tal el éxito de la actriz ese año que obtuvo doblete en los BAFTA y los Globos de Oro al ser nominada por ambos films, recibiendo finalmente el BAFTA a mejor actriz por la brillante cinta independiente de Coppola. Fue quizá esta coincidencia de éxitos la causa de que su nombre fuera olvidado por los Oscar de la Academia de Hollywood, la cual, no obstante, la invitó a unirse a ella.

A partir de entonces, la actriz ha probado sus dotes para el drama con Una canción del pasado (Shainee Gabel, 2004), la acción en La isla (Michael Bay, 2005), el cine negro con La dalia negra (Brian de Palma, 2006), la intriga en El truco final (Chrisropher Nolan, 2006), la comedia con Diario de una niñera (Robert Pulcini y Shari Springer Berman, 2007) y el drama de época con Las hermanas Bolena (Justin Chadwick, 2008). Se trata principalmente de films comerciales, pero ella siempre ha estado a la altura, sin importar el tipo de película en que participase, y ha sabido seleccionar films que no fueran, ni demasiado simples, ni demasiado intelectuales. Así, se ha forjado una filmografía tan entretenida como atractiva que la ha convertido en uno de los rostros más reconocibles del panorama actual.

Woody Allen con su musa y fan en Scoop
Pero es quizá Woody Allen quien ha sacado el máximo partido de la actriz, a la que ha convertido en su última musa. Una mucho más sexy que las anteriores, eso sí, lo que quizá ha inspirado al polémico director para dirigir dos de sus mejores films en mucho tiempo. Se trata del aclamado thriller romántico Match Point (2005) y la infravalorada comedia fantástica Scoop (2006), dos films de gran calidad para los que Allen cambió su querido Manhattan por un intrigante Londres y en los que Scarlett formó pareja con dos de los actores más atractivos del momento, Jonathan Rhys-Meyers y Hugh Jackman respectivamente. Menos acertada fue su colaboración en la irregular Vicky Cristina Barcelona (2008).

Ambientada en la cosmopolita Tokio, Lost in translation
reflexiona sobre los efectos de la sociedad moderna
Johansson afirma que uno de sus puntos preferidos de la emocionante película de super héroes Los vengadores (Joss Whedon, 2012) es que su personaje recibe un puñetazo en la cara en la primera escena. Esto da una idea del poco interés de éste, pero también del carácter rebelde e independiente que caracteriza a la actriz. Su carisma en pantalla la hace comparable a la mítica Marilyn Monroe, quien, al igual que ella, nunca fue nominada al Oscar. Aunque le llueven los premios de belleza, Johansson, que también ha probado suerte en el campo de la música, no ha querido conformarse con ser una cara bonita y no ha dudado en apoyar candidaturas demócratas (en 2004 prestó su apoyo a John Kerry) y en colaborar con múltiples ONGs, convirtiéndose en 2005 en embajadora de Oxfam Internacional para combatir un sistema global de alimentos que ella y muchos consideramos erróneo. 

Ella afirma que aspira a ser una persona transparente y no teme admitir que su gran vicio es el queso o que su carácter obsesivo la lleva a hacerse la manicura a las tres de la mañana porque nadie sabe hacerlo correctamente. En cualquier caso, el secreto de su éxito es sin duda esa mezcla de inocencia y carácter que ofrece su presencia en la gran pantalla. Sus labios seductores y su mirada penetrante son capaces de transmitir sensualidad y dulzura a partes iguales. Y, así, nadie se le resiste.


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras

3 comentarios:

  1. Oh dios, me cae fatal esta mujer :(

    Pero en fin si lo vale que tenga suerte...

    Un saludito y un placer conocer tu sitio Web :)

    Iré,
    www.eslasalud.com

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  2. Hahaha... Cómo puedes odiarla?? si es genial!! XD!

    Hasta canta bien!!:

    http://www.youtube.com/watch?v=eRtydnIycCY

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  3. Sin duda es una de las actrices jóvenes más interesantes del momento por la variedad de películas en que ha trabajado y los diferentes registros de sus personajes.

    ¡Saludos y buen blog! ¡Adelante con él!

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